Nuestro proyecto educativo
se basa en tres pilares fundamentales,
la pedagogía Reggio Emilia es uno de ellos:
se basa en tres pilares fundamentales,
la pedagogía Reggio Emilia es uno de ellos:

REGGIO EMILIA
REGGIO EMILIA
Si estás buscando escuelas en Madrid con la pedagogía Reggio Emilia, te encantará saber que nuestra escuela se llama Reggio justamente porque nos inspiramos en la experiencia de las escuelas municipales de Reggio Emilia, una ciudad italiana donde se ha desarrollado la que se puede definir como la pedagogía del asombro.
El asombro es lo que siente el niño delante del mundo y que le empuja a investigar, a querer aprender y a dar un sentido a lo que le rodea
Pero el asombro es también lo que tenemos que practicar los adultos (padres y educadores) delante de los niños y de sus procesos, para poner en valor su propia cultura, su manera de construir conocimiento.



PRÁCTICA
PSICOMOTRIZ
AUCOUTURIER
PSICOMOTRIZ
AUCOUTURIER
PRÁCTICA
PSICOMOTRIZ
UCOUTURIE
PSICOMOTRIZ
UCOUTURIE
Desde la Escuela Infantil Reggio, desarrollamos un proyecto fundamental en nuestro hacer que es la Práctica Psicomotriz Educativa creada por Bernard Aucouturier para niños y niñas que ya caminan.

PRÁCTICA
PSICOMOTRIZ
UCOUTURIE
PSICOMOTRIZ
UCOUTURIE
PRÁCTICA
PSICOMOTRIZ
UCOUTURIE
PSICOMOTRIZ
UCOUTURIE
Desde la Escuela Infantil Reggio, desarrollamos un proyecto fundamental en nuestro hacer que es la Práctica Psicomotriz Educativa creada por Bernard Aucouturier para niños y niñas que ya caminan.


EMMI
PIKLER
PIKLER
EMMI
PIKER
PIKER
La Escuela Reggio pone en práctica todas las enseñanzas que nos dejó la pediatra e investigadora húngara Emmi Pikler.
Gracias a sus meticulosas observaciones hoy sabemos que el desarrollo motor del niño se produce de una forma espontánea, mediante su actividad autónoma, en función de su maduración orgánica y nerviosa.
La Doctora Pikler comprobó que las posturas que el niño realizaba voluntariamente por su propia iniciativa eran más estructuradas, más armónicas, sin rigideces, sin tensiones, ya que respondía a la coordinación del conjunto de las partes del cuerpo. Dejar que el niño “haga” por sí mismo, supone darle una oportunidad para que conquiste la altura a través de una gama variada de posturas intermedias que le ayudarán a voltearse, rodar, reptar, gatear y por supuesto andar.

Si les damos a los niños el espacio y las posibilidades necesarias para moverse en libertad, lo harán con tanta belleza y gracia como animales: con agilidad, sencillez, confianza y naturalidad.